conversaciones en el ascensor

Suelo cumplir el tópico de hablar del tiempo cuando subo en el ascensor con mis vecinos. "Uff! qué calor está haciendo, eh?" Es de idiotas, lo sé. Pero no puedo evitarlo, es mucho mejor que quedarse callado, y nunca se me ocurre nada mejor que decir. Me consuela el hecho de que ellos tampoco sacan un tema de conversación más interesante, y parece incluso que se alegran de oir de mi boca semejantes obviedades y repiten sonriendo: "Si que es verdad, ayer hizo calina y hoy parece que también un poco..."
Y entonces yo sonrio también orgullosa de haber hablado con mi vecino/a, mientras miro ansiosa el display esperando que llegue pronto al sexto.

La excepción es mi gran vecina del quinto, una mujer mayor que va todas las tardes a tomar café con sus amigas al bar de enfrente y que, desde que le dije que yo era de Aragón, siempre que me ve, me explica lo mismo, que su sobrina vive en Zaragoza, que trabaja en Telefónica, que se llama Pilar... Siempre me cuenta lo mismo. Eso sí, yo siempre muestro el mismo interés escuchándola. Y es que hay que ver lo que alegra que alguien se pare a hablar con una... (aunque sea siempre lo mismo, jejeje)