Manolo
Un post corto, que estoy en teleco y tengo clase dentro de poco. Más que nada para teneros informados de las turbulencias que le siguen acaeciendo a mi ordenador...
Hoy he venido con él a cuestas (bueno, estrictamente hablando, me ha traido Eva en el coche... ) hasta teleco porque había una party de tres dias en la facultad, pero cuando llego me dicen que deje el ordenador y me pase a las 11 a ver si se celebra la party o no, que todavía no lo saben porque el viernes a última hora el director de Teleco dijo que denegaba el permiso.
El aula donde se celebrará la party es tanto de teleco como de informática y dice que si la ocupan los de Informática con la party están robando los derechos de los de teleco para usar el aula. Una paranoya, vaya (sobre todo si tenemos en cuenta que hay alumnos de teleco, como yo, que van a la party de informática).
Total, que me veo tirada en mitad de la nada (Teatinos) con mi PC sin sistema operativo y que pesa lo suyo si se transporta en una mano la torre, en otra el monitor y a la espalda accesorios. Ayyyyy.
Pero bueno, mantengo mi optimismo. Esta tarde comienzo un mini-curso de Visual Basic y mañana otro de telegrafía (pi pi pi piiii piiiii piiiii pi pi pi). A ver si eso sale mejor.
Bueno, y ahora voy a cambiar un poco de tema, que tanta informática me ralla hasta a mí.
El sábado le pedí a Eva (huy! por este post va a parecer que la tengo de burra de carga...) que me llevara a Loja (¡cuidado con: "pues yo se un dicho de Loja..."!) para guardar ya la ropa de invierno y los apuntes del primer cuatrimestre (que no se cómo, pero acabaron el maletero y la parte trasera del coche llenas). El caso es que el plan era irnos después de tapas por Granada. Cuando llegamos, recogimos a Ana y llegamos a la Chana (un barrio donde ponen unas tapas de muerte) le pregunté a un buen hombre mayor que pasaba por ahí si nos podía indicar en qué calle estábamos, para situarnos con el mapa y llegar hasta la calle de los bares de tapas.
¡En qué hora se me ocurrió tal cosa! Al principio el buen hombre, que a partir de ahora llamaremos Manolo para acortar, y porque es su nombre ¡vaya!, pues como que pasó un poco de nosotras, pero tras mi insistencia (oiga! perdone! holaaa?....) se paró y me dijo dónde estábamos. Eran las 3 de la tarde
Y no me preguntéis cómo pero acabamos despidíendonos de Manolo a las 5:30 y porque yo tenía que ir al hospital a ver a mi abuela (que se ha roto la cadera ¡ay, que cosas te pasan, abuela...!).
El hombre nos invitó a la primera tapa, y nos quería invitar a las siguientes rondas pero al final le dimos el cambiazo y le devolvimos el dinero (aunque ante los ojos de la camarera quedamos de gorronas total). Total que Ana y Eva estaban un poco moscas con el viejete, pero yo me estaba partiéndo de risa. El hombre trataba de ser encantador y no hacía más que piropearnos, contarnos chistes... y yo creo que nos contó toda su vida como unas cuatro veces.
Cuándo nos despedíamos nos dijo que teníamos un amigo en Granada y nos pidió el número, así que yo le apunté en un papel que arranqué: ANA BELÉN (MÁLAGA) y el número de teléfono, y yo apunté el suyo en el móvil.
Y ayer domingo me llamó Manolo. En cuanto vimos el número Eva se hechó a reir y no paró hasta que colgué. Je je je. El bueno de Manolo decía que le habíamos parecido las tres estupendas, muy buenas personas, y que a ver cuándo íbamos otra vez por Granada. Me dijo que no había pasado el número a su agenda, que lo guardaba tal cual se lo había dado, en el trozo de papel arrancado, para así tener más recuerdo de nosotras. ¡Ayyy! ¿por qué no me dice nunca algo así alguien de veinti y pico años?!
Cuando por la noche nos reunimos con Juanma, Mery y Sofi (que nos trajo una peazo paella para cenar!! como nos cuida...) la mayoría me dijo que estaba loca por haberle dado mi número verdadero a un "viejo desconocido y un poquito verde", pero yo creo que hice feliz a Manolo (que estaba muy conteno porque había conocido a "tres chicas muy guapas y las había invitado a una tapa") y hoy en dia, con lo que cuesta ser feliz, un número de teléfono y unas palabras amables, es lo menos que podría haber hecho.
Uy! menos mal que el post iba a ser corto... bueno, el viaje a Granada continuó tras nuestro encuentro con Manolo, pero eso ya os lo tendré que contar en otro rato, que ya llego tarde a clase...
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